--- El Novato ---

--- EL NOVATO ------------


Cada cierto tiempo un nuevo aspirante se adentra en las tierras del Inframundo, pero no todos logran su objetivo, muchos no superan las pruebas o se pierden por el camino.

Pertenecer al selecto grupo de los caballeros de Hades no es tarea para cualquiera, a diferencia de otros templos donde no hay requisitos previos para entrar, en el Inframundo solo existen dos formas para ello: una es ser revivido de entre los muertos por el mismísimo Hades Sama para convertirse en un caballero; la otra es despertar la conciencia Araya o Arayashiki, también conocido como el Octavo Sentido, el cual se debe adquirir antes de entrar en el mundo de los muertos.

En el Castillo de Hades se encuentran las escaleras al Inframundo. Ésta es la entrada principal por donde pueden pasar todos aquellos que deseen ir. Los espectros cuentan con la protección de Hades por lo que pueden ir y venir estando vivos, pero todo aquel que no lo sea perderá su vida y se volverá un fantasma, a menos que despierte su octavo sentido.

Así es como un nuevo aspirante llega al Inframundo para convertirse en un Caballero de Hades.

***

"Luego de un largo entrenamiento en el Fin del Mundo he decidido ir por mi armadura a aquel lugar donde el sol no ilumina, donde huele a muerto por doquier, allí donde todo aquel que ose entrar deberá perder toda esperanza.

Y ¿por qué a ese lugar y no otro? Simplemente sé que mi corazón late intensamente y una gran emoción me llena el cuerpo al oírlo nombrar.

Eso sucedió la primera vez que lo escuché, cuando aquella chica lo dijo supe que hacia allá debía partir. Sí, a veces me pregunto cuál habría sido mi destino si ella no se hubiese aparecido casi al terminar mi entrenamiento.

De un momento a otro estaba allí cubierta casi completamente por una capa que apenas dejaba ver su rostro. Le exigí que se mostrara, pero dijo que no era necesario ya que volveríamos a vernos. Fue entonces cuando nombró el templo al cual pertenecía y una gran emoción me invadió, sentí que debía ir allá, pues había sido además invitado especialmente.

Y luego de un largo viaje llegué hasta el Castillo de Hades en busca de la entrada al inframundo."



--- ATRAVESANDO LA PUERTA HACIA EL INFRAMUNDO ---



"Entro al castillo y reviso el lugar que estaba totalmente abandonado y en ruinas hasta hallar las escaleras. Entonces un gran agujero se encontraba frente a mí y debía lanzarme para llegar a mi objetivo. Me quedo viéndolo un momento, pero no hay dudas en mi mente, de inmediato enciendo mi cosmos hasta lo más alto y en mi mente solo esta el gran anhelo de conseguir mi armadura. Esa armadura se encontraba en las profundidades del mismísimo infierno y debía ir por ella a como diera lugar. Así que me lanzo hacia el mundo de los muertos sin más vacilación."

Un cosmos púrpura cubre el cuerpo del caballero y lo protege de perder la vida al entrar al inframundo. Más tarde despertó y sus ojos vieron por primera vez el oscuro cielo.

-   ¿Acaso éste es el inframundo? ¿Estoy muerto o vivo?- se mira sus manos asombrado por lo que ha ocurrido- Sí, lo he logrado-

Se levanta algo tambaléate y camina por el lugar sin saber exactamente hacia donde dirigirse.

-   Creo que estoy perdido- entonces ve a algunas almas que aparecen y estas caminan en una dirección, por lo que decide seguirlas.

Finalmente llega hasta la puerta principal y lee la tan famosa inscripción en ella.

-   "Aquel que entre por aquí abandone toda esperanza" Que frase tan bella- sonríe- Ciertamente he llegado al infierno, me pregunto que debo hacer ahora.

Entonces una figura femenina le habla desde lo alto de la puerta.

-   Vaya, un novato, bienvenido o lo que sea- le dice ella con cierto desgano.
-   Yo reconozco tu voz, por favor acércate, no alcanzo a verte- le dice él.

La amazona se levanta y de un salto llega hasta donde esta el caballero. Lo mira de pies a cabeza y luego le dice:

-   Sígueme- le da la espalda y empieza a caminar.
-   Espera, tu me contactaste ¿no me recuerdas? Tú dijiste…
-   Sí, sí, bla, bla, bla, lo que sea, ya apresúrate- le hace un gesto con la mano para que la siga.

El caballero la sigue en silencio hasta que llegan a la orilla de un inmenso mar.

-   ¿Qué es esto?- dice el joven sorprendido.
-   Es el Río Aqueron o laguna Estigia como la llaman algunos- la amazona saca una moneda de plata.
-   ¿Y como es posible cruzar? Además, no me has dicho…
-   Mira- le dice en tono alto y algo rudo- si quieres ser un Caballero de Hades debes cruzar las 8 prisiones hasta llegar al palacio principal en Giudecca, bla, bla, bla,…- dice con desgano- ¿Por qué diablos tengo que decir lo mismo una y otra vez?, que flojera.
-   Comprendo, pero…
-   Cara o sello- lo interrumpe sonriéndole.
-   Emmm… ¿y eso?
-   Cara o sello- lo mira con cara de poca paciencia.
-   Supongo que… Emmm, ¿cara?

La joven lanza la moneda al aire, la atrapa y la pone en el dorso de su mano. Al descubrirla se la muestra al caballero.
-   Sello- le dice ella con una sonrisa.
-   ¿Y eso qué significa?- el joven caballero la mira desconcertado.
-   Significa que…- toma al joven y lanza al río- significa que te vas nadando- se pone a reír.

El caballero se levanta y el agua llega a sus rodillas ya que se encuentra en la parte poco profunda, y la mira con el rostro algo desencajado.

-   ¿Cómo dices? ¿nadando?  Acaso…
-   Bla, bla, bla, por qué son tan parlanchines, ya vete chico – le grita y le hace una mueca.
-   Debe haber una barca- la mira seriamente, pues se da cuenta que la chica le quiere tomar el pelo.
-   Pues yo no veo ninguna- le dice ella burlonamente.
-   Esta bien, he entrenado en condiciones muy difíciles- el caballero se resigna y comienza a nadar.

Una vez que se aleja un poco la amazona le dice:

-   Saludas a los muertitos de mi parte- comienza a reírse esta vez a carcajadas.
-   ¿Muertitos?

Los cadáveres del río comienzan a tirar del joven para hundirlo. Son las almas de aquellos que no pertenecen ni al cielo ni al infierno por lo que vagan eternamente en la orilla del río y muchos de ellos se internan en las aguas tratando de cruzar.

-   ¿Qué? No puede ser…

El joven caballero lucha por mantenerse a flote golpeando a las almas, mientras la amazona lo observa y se ríe a carcajadas en la orilla.

-   Ja, ja, ja, ¿de verdad pensaste que podrías cruzar a nado?- dice burlonamente- Todos caen, ja, ja, ja- se cae al suelo de tanto reír.
-   No te burles – dice el caballero rodeándose de su cosmos púrpura, comienza a golpear los cuerpos y continua muy decidido.
-   En verdad tienes agallas, chico – murmura ella.

Entonces los muertos atrapan al joven y lo hunden en el río.

-   Ahí va otro- se levanta- No es mi culpa que sean tan débiles.

Pero aun no ha terminado. Una esfera brillante púrpura se asoma en la superficie del río y explota. Los cuerpos destrozados por la explosión comienzan a flotar y el joven reaparece de entre la aguas.

-   Lo lograré como sea- dice decidido y continúa a pesar de estar muy agotado.

En ese momento alguien lo jala del brazo y lo tira dentro de una barca. Es la joven amazona que ha ido en su rescate.

-   Ey, eres fuerte… tú si sabes como impresionar a una chica- le guiña un ojo.
-   COF, COF- tose algo ahogado- Me ayudaste, no me lo esperaba.
-   Pues, hay cosas que se deben cumplir- le sonríe y comienza a remar.
-   Supongo que gracias- dice el joven mientras se acomoda en la barca.
-   No lo tomes personal, solo es un juego.
-   ¿Un juego?
-   A algunos les sale tomar la barca, pero no llegan lejos luego de pasar el río. Vivir aquí puede ponerse muy aburrido. Siempre es bueno ver a un novato, pero es muy difícil que logren pasar todas las pruebas.
-   Entonces lo que haces es…
-   Es burlarme de los nuevos como tú, ja, ja, ja.-lo interrumpe- En verdad pasar mi prueba no te asegura pasar las otras y más bien es cuestión de suerte.
-   Bueno, me alegro e haber pasado esta- dice aliviado apoyado en el borde de la barca.
-   Por cierto, soy Sekiam, Caballero de Hades Sapuri Escorpión. Y claro de no te recuerdo bien, fue hace tiempo, además no eres el único al cual me he tomado la molestia de invitar, así que si fui yo quien te pidió venir es posible que logres avanzar bastante.
-   Me da gusto Sekiam, entiendo que no me recuerdes, soy Eleazar y vengo por la armadura…
-   No me interesa- lo interrumpe- ¿Cuántas veces crees que he oído lo mismo?
-   Lo lamento es que yo…
-   Pues, no me molestan los nuevos, es solo que… bueno, espero que llegues a conseguir esa armadura.
-   La conseguiré, ya veras Sekiam- luego de un momento- ¿tardaremos mucho?
-   Mmm… te recomiendo que descanses y no te preocupes… no te tirare de la barca cuando estés dormido ja, ja, ja – se burla como es su costumbre.

El joven la mira con desconfianza y ella lo golpea levemente en la cabeza con el remo.
-   Es broma, puedes confiar en mí, aunque si no quieres, pues es tu decisión.

Eleazar se siente muy agotado por el esfuerzo así que se duerme apoyado en el borde de la barca. Más tarde se despierta y escucha cantar a Sekiam.

-   Cuando la luna se pone regrandota como una pelotota y alumbra el callejón…
-   ¿Y eso?- la mira con asombro.
-   Se oye el maullido del triste gato viudo y su lomo peludo se eriza con horror…
-   Vaya, este lugar da miedo- dice Eleazar y Sekiam lo golpea en la cabeza con el remo.
-   Pero no falta quien lance un zapatazo que salga hecho balazo a quitarle lo chillón… y en el alero del místico tejado el gato se ha quejado cantando esta canción…
-   ¿Falta mucho?
-   No, ya llegamos.

Desde la barca es posible divisar la otra orilla.



--- JUZGADO POR EL TRIBUNAL ---


Al poco tiempo llegan hasta la orilla y Eleazar baja ágilmente de la barca.

-   Espero nos volvamos a encontrar Sekiam- le hace una reverencia- muchas gracias por todo
-   Te deseo la mejor de las suertes querido Eleazar… la necesitarás.

La joven regresa por el río hacia su puesto en la entrada mientras que Eleazar camina hasta encontrar el gran tribunal, la primera prisión del inframundo.

- ¿Un tribunal? Es aquí donde las almas son juzgadas, ya veo.

Entra sigilosamente por la puerta esperando encontrarse con algún caballero protector del lugar, pero frente a él, en el gran salón, solo hay una armadura vacía.

-   Una armadura, que curioso, al parecer cruzaré sin problemas

Eleazar se acerca y la armadura se activa rodeándose de un cosmos púrpura.

-   ¿Qué es esto? No puedo moverme- el joven es paralizado por el cosmos que inunda el lugar.
-   ¿Acaso estoy siendo juzgado en estos momentos? ¿Cuáles son mis pecados? Yo no… no lo sé.

La armadura brilla intensamente y cubre todo el salón cegando al caballero. Al abrir los ojos Eleazar ve una escena de su infancia.

-   Lo recuerdo, aquel chico debilucho soy yo, tenía, creo que 9 años- Eleazar observa lo que ocurre.

"   -    Vamos Eleazar, tu entrenas para ser caballero, pelea !11- le grita un chico bravucón y más alto.
-   Mi maestro dice…
-   Eres una niñita… ja, ja, ja, - se burla el chico y lo que lo acompañan
-   No debo pelear – el joven intenta retirarse, pero dos chicos lo toman de los brazos y no lo dejan irse.
-   Mira… - el chico bravucón lo golpea en la cara- yo no necesito entrenar y soy más fuerte que tú, ja, ja, ja – se burla y vuelve a golpear a Eleazar.
-   ¡Déjame!, ¡déjenme!
-   Eres un tonto- el chico comienza a golpear duramente al joven caballero hasta hacerlo sangrar. – Todo ese entrenamiento es inútil, eres un cobarde debilucho- continua sin dejar de golpearlo.

Entonces Eleazar enciende su cosmos y se suelta de los niños que lo atrapan, dándole un puñetazo en la cara al niño que lo maltrataba. Fue tan fuerte el golpe que le rompió el rostro y le fracturó el cuello, por lo que el chico murió con un solo golpe. Todos los niños salieron huyendo."

-   Se lo merecía, no esperes que me arrepienta de ello- dice Eleazar luego de ver la escena.

Todo se transforma nuevamente frente a los ojos del caballero.

"   -    Maestro, ¿qué debo hacer ahora para ser más fuerte?"

-   Recuerdo esto también… sí, lo disfruté, tenía como 13 años.

"   -    Para ser más fuerte debes entrenar más duro. Hoy harás el doble de todas las tareas. Ahora, ¡vete a entrenar!
-   Estoy cansado de eso. Maestro, quiero ser más fuerte.
-   ¡Dije a entrenar!
-   No- dice el joven decidido- hoy será un entrenamiento diferente- esboza una leve sonrisa.
-   Te crees muy listo pequeño, hace tiempo no te doy un correctivo por esa actitud tuya- se quita la capa- Aprenderás a respetar a tu maestro."

-   Ja, ja, ja no me ganarás imbécil- ríe Eleazar observando la escena.

"    -   Pues ya no te considero mi maestro, buscaré otro mejor- se pone en posición de ataque.
-   No eres más que un chiquillo hablador- el maestro se lanza con un golpe a la cara.
-   Te has vuelto lento- lo esquiva fácilmente y le pega en el estómago.
-   ¡¿Cómo es posible?!- el maestro se encuentra totalmente asombrado.
-   ¡Práctico duro después que acaba tu patético entrenamiento!- lo golpea en la mandíbula de abajo hacia arriba destrozándosela de un golpe. Y mientras el cuerpo cae a sus pies vuelve a golpear el desfigurado rostro rompiéndole el cráneo."

     -    Ja, ja, ja, me gusta romper cabezas… y eso que tiene de malo.

Nuevamente todo cambia y aparece otra escena frente al caballero.

"    -   Que dulce eres, Eleazar- dice una chica sosteniendo en sus manos una violeta- ¿Cómo supiste que es mi flor favorita?

-   Emmm…. –la mira sonrojado- es mi favorita también
-   Es una lástima sabes- dice ella cabizbaja
-   ¿De qué hablas?
-   Pronto acabaré mi entrenamiento aquí y… "

-   ¡Y eso que tiene que ver!, estúpido recuerdo – dice Eleazar enojado por lo que ve.

"    -    Si,… es una pena- agacha la cabeza también
-   Eleazar, ¿en qué caballero te convertirás?
-   Pues, aun no lo sé
-   ¿Podrías prometerme algo?- dice ella con una sonrisa en su dulce rostro, cogiendo del brazo al joven caballero y tomándole la mano
-   Claro,… claro, dime
-   Prométeme que serás un caballero que luche por el bien- lo mira dulcemente a los ojos
-   Lo prometo, te lo prometo Rebecca"

-   Pues, no cumplí con eso, pero Rebecca no se enterará. Más tarde supe que había muerto durante su entrenamiento en aquel lugar. Así que no hay razón para continuar manteniendo esa estúpida promesa.


La escena comienza a desvanecerse.

-   ¡Espera!, déjame verla un poco más.

Pero todo vuelve a la normalidad. En medio del gran salón la armadura de Barlog pierde su brillo.

-   ¿Ya acabó el juicio? Vaya, eso fue… extraño

Eleazar continúa y atraviesa la primera prisión. Ahora se encuentra en el Valle del huracán oscuro donde los vientos azotan cruelmente e impiden el paso.

-   Esto no será problema para mí.
-   Eso es lo que tú crees- se escucha una voz, pero Eleazar no logra ubicar de donde proviene el cosmos.

Los vientos arrecian y el joven caballero continúa caminando. Entonces una fuerte ventisca lo azota con fuerza y lo hace retroceder varios metros.

-   No puede ser, ya había avanzado bastante, de pronto el viento se ha vuelto más fuerte… el inframundo se siente algo distinto… creo que solo lo imagino… en fin

Eleazar siguió, pero su presentimiento no estaba del todo equivocado. Algo cambió pues Hades ha desplegado el escudo de protección dentro del inframundo reforzando la seguridad.

-   Esto se ha complicado. Es demasiado fuerte… pero creo ver la salida mas allá… si quizá…
-   Los vientos han aumentado debido al escudo de Hades –se oye una voz.
-   ¿Quién eres tú? ¿por qué te ocultas? Muéstrate caballero –exige Eleazar mientras sigue por el valle.

Nadie contesta y el joven se rodea de su cosmos para avanzar contra el fuerte viento y una repentina lluvia cae en el lugar.

-   Pronto llegaré, solo un poco…

Casi al final del camino encuentra rastros de seda en el suela y las rocas cercanas.

-   ¿que es esto? ¿Seda?

Entonces siente un movimiento detrás de él, pero al girar no ve a nadie. De pronto aparecen de entre las rocas unas orugas que le lanzan seda envolviéndolo casi por completo.

-   No le cubran el rostro, mis pequeñas – Eleazar escucha nuevamente aquella voz.
-   ¿tú quien eres? Libérame ahora mismo
-   Ja, ja, ja… por que no lo intentas por tus medios, novato

Eleazar se da vuelta con dificultad envuelto en seda para ver a su oponente, observa al joven caballero de larga cabellera gris y ojos clarísimos con alas como de mariposa.

-   Yo soy Blackbird Espectro de Papillon y… a menos que tu mismo te quites esa seda no podrás continuar.

Entonces Eleazar hace un esfuerzo encendiendo su cosmos forzando la seda para liberarse mientras Blackbird le da la espalda.

-   Te quedarás allí un buen rato… je je je
-   Es una prueba, a los espectros de Hades les agrada probar a quienes entran a su territorio… será un camino largo – le dice Eleazar.

Luego de estas palabras el joven novato rasga la seda y logra liberarse. Blackbird levanta su mano en ese momento como si fuera una espada y se da vuelta cubriéndose de un aura púrpura.

-   Vaya, Sekiam no ha perdido su toque… ella siempre sabe a quien deja pasar y a quien no.

Eleazar toma posición de pelea y espera el ataque inminente de Papillon, pero este baja su mano y apaga su cosmos.

-   Muchas pruebas te aguardan… me pregunto ¿qué tan lejos podrás llegar?
-   Entonces ¿me dejas pasar? – le dice sorprendido por el cambio

Blackbird le hace una señal indicándole el camino y haciendo una leve reverencia se retira del lugar junto a sus orugas.

Ahora Eleazar se encamina hacia la segunda prisión.



--- ATACADO BRUTALMENTE ---


Eleazar mira la fantástica arquitectura de la segunda prisión y se apresura a entrar. En lo alto de la escalinata observa que hay un joven sentado con una pequeña botella en su mano.
-   ¡Rayos!... otro caballero de Hades… y ahora…

El joven de espléndida armadura púrpura ignora a Eleazar mientras este sube hacia la prisión, pero al pasar por su lado le dice:

-   ¿A dónde crees que vas?, novato – le da un trago a su botella y continua sentado en la escalinata.
-   Soy Eleazar… he venido por mi armadura, ya he pasado la prueba de Sekiam y Blackbird ¿Acaso tienes alguna prueba para dejarme pasar?
-   Eres un tarado – le dice y toma un sorbo de su botella – yo no pierdo el tiempo con pruebas ridículas.
-   Entonces pasaré…

En ese instante Eleazar ve al caballero justo frente a él y siente un fuerte golpe que lo tira por las escaleras estrepitosamente.

-   Novato, me haces perder el tiempo – dice el caballero tomando asiento en la escalinata.

Eleazar paralizado por el fuerte golpe trata de incorporarse y tambaleante sube las escaleras nuevamente.

-   Te crees muy valiente ¿verdad? – lo mira el caballero subir.
-   ¿Cómo te llamas?- le pregunta Eleazar con su boca sangrando y muy serio.
-   ¿Para que quieres saberlo? – le da un trago a su botella y nuevamente aparece frente al joven. – Kogu, Sapuri Aries… acaso, ¿piensas acusarme con el Señor Hades? Pobre novato, de esta prisión no pasarás.

Toma de su botella, pero esta se encuentra vacía y la tira. Luego hace un silbido llamando al guardián de la segunda prisión. Una gran bestia de 3 cabezas aparece dando un gran rugido, se trata de cerberos, también llamado cancerbero.

-   Cerberos, acaba con este imbécil mientras voy por otra botella a Giudecca.

Y la bestia obedeciendo a Kogu se lanza contra el joven novato.

-   Kogu, no olvidaré esto – dice Eleazar mientras limpia su boca y esquiva las fauces de cerberos.

La bestia lanza un zarpazo al novato y éste no logra evadirlo siendo lanzado contra pilares caídos dentro de la prisión. Cerberos abre su boca para devorarlo, pero Eleazar reacciona a tiempo y lo golpea duramente en una de sus cabezas.

-   Bestia, no puedo matarte aunque quisiera…

Eleazar reúne todo su cosmos cubriéndolo como un escudo y haciendo brillar su puño intensamente lanza un golpe a la otra cabeza de cerberos. Sin embargo la criatura usa su tercera cabeza para golpearlo y después lanzarle un zarpazo que deja muy mal herido al joven caballero.

-   Sin la protección de mi cosmos estaría hecho pedazos… - susurra mientras se incorpora.

Nuevamente lanza un certero golpe a la tercera cabeza haciendo caer finalmente a la bestia que queda aturdida. Entonces Eleazar se acerca y le dice:

-   Eres el guardián de esta prisión y por ello debes vivir para continuar protegiéndola.

Luego de esto se retira saliendo de la segunda prisión.

***

Adolorido y cansado Eleazar se siente perdido sin saber hacia donde debe seguir. De esta forma se encuentra con un lugar muy extraño en el inframundo.

-   ¿Flores? Había oído hablar de esto, pero nunca imaginé que sería tan extraordinario. - dice mientras camina perdido.

Entonces logra ver una figura femenina que al parecer esta recogiendo algunas flores. Es una mujer vestida de un elegante traje púrpura oscuro con cabello largo y negro. Y Eleazar se acerca para ver de quien se trata.

-   Disculpa, ¿podrías ayudarme?

Ella se levanta con algunas flores lilas en sus manos y lo observa con gran asombro.

-   ¿Cómo has llegado hasta aquí?
-   Disculpa, creo que me he perdido y …

Ella le indica con su mano una dirección y vuelve a agacharse para seguir recogiendo flores.

-   Hacia allá esta la tercera prisión.
-   Eh… gracias – le hace una leve reverencia y continua su camino.

Llega hasta la tercera prisión gracias a las indicaciones de la mujer en el campo de flores. Mas su paso es lento debido a los golpes recientemente recibidos y se queja murmurando entre dientes.

-   Esto no habría pasado si tuviera mi armadura… son muy rudos por aquí… será mejor que…

Y pasa por entre los muertos que empujan rocas eternamente, hasta que ve a un hombre sentado en una roca leyendo un libro. Eleazar se esconde rápidamente y disminuye su cosmos para no ser percibido.

-   Un espectro de Hades… lo mejor es que me mueva con cautela… - se apoya en una roca y luego vuelve a mirar donde estaba el caballero, pero éste ha desaparecido. – pero… como…
-   ¿Qué haces aquí? – le dice el Sapuri justo detrás de él.
-   Yo… vengo… - le resulta tedioso repetir siempre lo mismo.
-   Oh, claro, un novato – le sonríe - ¿Cómo te llamas?
-   Eleazar es mi nombre
-   Bueno Eleazar, el mío es Sylar, Sapuri Cáncer- le hace una leve reverencia- y si deseas pasar esta prisión debes ir por este camino… es más corto – le sonríe y se apoya en una roca cercana para continuar leyendo su libro.
-   Gracias, Sylar - dice algo extrañado y sigue el camino que le han indicado.

Pero el camino resulta ser una trampa mortal, ya que los muertos lanzan sus rocas contra Eleazar desde todas direcciones.

-   ¿Qué es esto? Otra prueba…- dice con los dientes apretados tratando de esquivar las piedras.

Esquiva una y rompe otra tratando de avanzar, pero son demasiadas. Lo golpean duramente con las enormes piedras, trata de seguir adelante gastando todas sus fuerzas.

-   Esto es demasiado… una prueba tras otra - dice con ira destruyendo todo a su paso.

Más y más rocas le caen encima, mientras Eleazar lucha incansablemente por continuar hasta que pasa finalmente y ya no caen más pues ha dejado aquella prisión atrás.

-   Eso… eso fue arduo en verdad – dice agitado y casi sin aliento - queda… queda un largo camino - y se desploma por el agotamiento quedando tirado en la salida de la tercera prisión.



--- BAJO INVASION ---


Eleazar abre los ojos lentamente, un olor pestilente lo ha despertado. Se encuentra en una balsa de madera que se desplaza suavemente por la laguna.

Aun adolorido se gira para observar donde esta y mira un ramo de flores lilas junto a él. Se sienta en la balsa mirando a la mujer que rema su lado.

-   Tú… eres… estabas en el campo de flores.
-   Así es – le contesta ella y sigue remando sin mirarlo.
-   ¿puedo saber tu nombre?
-   Marixose… pero todos aquí me llaman Pandora.
-   Muchas gracias por tu ayuda, Pandora.

Ella continúa sin mirarlo mientras avanzan por la cuarta prisión.

-   Tú sabes ¿verdad? – dice pensativo.
-   Sí, yo lo sé… debes apresurarte por tu armadura.
-   Lo dices por… alguien ha entrado al inframundo.
-   Pronto llegaremos al otro lado.

Eleazar se levanta y se sacude un poco.

-   Ese Sylar  me engañó… camino corto… - gruñe entre dientes algo enfadado.
-   ¿Crees que te cargué hasta la balsa? Sylar me ayudó… y sí, era el camino más corto, cualquier otro te habría hecho dar vueltas en círculos.
-   Vaya… entonces es un buen tipo – le sonríe – todos son tan…
-   Ya llegamos – le indica ella.

Ya en la orilla ella toma su ramo de flores y le dice:

-   Apresúrate Eleazar, te necesitamos.
-   Pronto estaré en Giudecca, no te preocupes.

Así el joven novato llega a la quinta prisión donde están las tumbas abiertas. Corre raudamente hasta que siente un ataque inesperado.

-   ¿Qué es esto? – se toca la cara y nota un pequeño rasguño.

Mira con desconfianza los alrededores, pero el enemigo se oculta muy bien.

-   Vamos, sal de allí… me enfrentaré contigo si así lo deseas – dice seriamente, pero nadie contesta y continúa.

Oculto un caballero lame sus dedos afilados como garras. Luego un ataque veloz hace retroceder a Eleazar, esta vez un rasguño en su pecho.

-   Eres muy veloz… si tan solo tuviera mi armadura podría…  - otro ataque interrumpe sus pensamientos y oye una risa.

Finalmente el caballero se presenta ante él hablándole sentado en una de las tumbas.

-   ¿No te gusta jugar? Je je je… -se levanta y se acerca - Miren lo que tenemos aquí, un novato, hace tiempo no veía uno. Que gran placer…
-   Vaya manera de tratar a los nuevos – le sonríe Eleazar - si supieras quien soy tendrías más respeto.
-   Perdón… - dice burlonamente el Sapuri-  ¿Con quien tengo el gusto de hablar?
-   Ya lo sabrás a su tiempo. – le responde con seguridad
-   Tu tiempo se acaba ahora, el juego terminó, chico listo – prepara su ataque levantando su mano- Seth, el Sapuri capricornio, te arrancará las entrañas rápidamente, pues no esta de humor para novatos…

De pronto su rostro cambia drásticamente y parece muy preocupado. Mira en dirección a la entrada del inframundo.

-   No puede ser… esos… esos – gruñe entre dientes muy enfadado.
-   ¿Qué sucede Seth?, creí que acabarías conmigo ahora, vamos te estoy esperando.
-   ¡Cállate!, no tengo tiempo para ti novato, esto es grave.
-   Si quieres pelear sabrás de lo que soy capaz, pero creo que lo mejor es que acudas a su llamado.

Seth mira muy tenso a Eleazar y luego da una mirada hacia la entrada del inframundo.

-   Sekiam, era es muy fuerte… logrará detenerlos… si…
-   Yo diría que…
-   Yo diría que mejor lo dejes pasar…- interrumpe Pandora con su ramo en las manos- acude al llamado de Sekiam.
-   Señorita Pandora – se arrodilla inmediatamente Seth frente a ella.
-   Ve pronto, Sylar ya debe estar allí.
-   Sí, señorita Pandora- dice el Sapuri sumisamente y se retira del lugar.

Pandora mira a Eleazar y le dice:

-   ¿Qué esperas? Apresúrate ya, no habrá más caballeros en tu camino.

El novato afirma con su cabeza y corre hacia la sexta prisión.

***

La sexta prisión se divide en 3 valles: la laguna de sangre hirviente, el bosque y el desierto respectivamente. Eleazar se recorre la laguna evitando el peligro y pronto se encontró con el bosque. Entra confiado en que no hallará más caballeros según lo que le dijo Pandora.

-   Solo debo cruzar esta prisión, la séptima y la octava… es un trecho largo aun, pero…

Sus palabras se ven interrumpidas por la presencia de almas que aparecen y desaparecen a su alrededor.

Eleazar avanza mas despacio al darse cuenta que se ha perdido.

-   ¡Rayos! Este bosque no tiene fin… parece como si diera vueltas por el mismo sitio.

Entonces una de aquellas almas llama su atención. Ella lo mira apenas asomándose detrás de un árbol.

-   Oye… tú… - Eleazar intenta acercarse, pero ella desaparece.

Más allá, detrás de otro árbol, vuelve a aparecer. Se trata de la figura de una mujer, su cuerpo pálido estaba desnudo, no tenía rostro y su cabello era azul oscuro.

-   ¿Acaso quieres que te siga? –le pregunta y se acerca, pero ella desaparece y reaparece más allá.

Eleazar la sigue mientras piensa que ella le parece familiar por alguna extraña razón.

El alma de la joven lo conduce rápidamente fuera del bosque.

-   Muchas gracias – le sonríe él - ¿Pero por qué me ayudaste?

El alma le da la espalda y pone sus manos sobre su rostro como si llorara mas no caen lágrimas.

-   ¿Qué sucede? - El joven novato se acerca a ella.

Un as de luz púrpura pasa por su lado.

-   ¿Un caballero? – se dice extrañado Eleazar.

Otro as de luz se acerca desde el desierto y se detiene frente a él. Es un caballero de Hades que le mira con asombro.

-   Eres muy joven, muchacho – le dice mirándolo detenidamente de arriba a abajo.

Un rayo púrpura llega también al lugar.

-   Vamos, no te distraigas por el camino - le riñe al otro el recién llegado.
-   Mira, este es el muchacho – le dice el primero.

El alma de la joven se retira hacia el bosque en ese momento.

-   Espera, no te vayas… - le dice Eleazar al darse cuenta y la toma del brazo - No te vayas todavía.



--- EL ENCUENTRO ---


Eleazar no deja que la chica se vaya y mirándola muy serio sostiene su brazo.

-   Oye muchacho, ¿Cómo te llamas? – le dice el caballeros curioso.
-   Vámonos – le insiste el otro – ya habrá tiempo de presentaciones.
-   Yo soy Eleazar ¿ustedes quienes son? Pandora me ha dicho que no encontraría más caballeros de Hades en mi camino – les dice aun sosteniendo el brazo del alma.
-   Soy Kainex, juez de Grifon – le contesta con entusiasmo – En verdad eres muy joven para ser…
-   Kainex, Kogu ya se ha adelantado, urge nuestra presencia – vuelve a insistir el otro.
-   Pero Morgan, es solo un momento… por cierto Eleazar ¿quien es la chica? – le dice poniendo su mano en el mentón muy curioso y mirando a la muchacha.
-   Bueno, tú quédate a charlar – le dice Morgan -. Disculpa Eleazar, pero tenemos asuntos muy urgentes, ya habrás notado que nos están invadiendo. Ve por tu armadura pronto y únete a nosotros en la batalla.
-   Iré… en un momento, debo hablar con ella primero – dice Eleazar mirando a la joven que esta cabizbaja.
-   Bueno, espero no te distraigas demasiado… por cierto, soy Morgan, juez de Garuda… nos veremos luego – se retira del lugar en ese momento como un rayo púrpura.
-   Y yo también me voy – le dice el juez de Grifon  – Morgan tiene razón, hay un asunto que arreglar con esos intrusos. Te estaremos esperando…

Kainex se despide haciendo una reverencia cordial a Eleazar y parte velozmente a la batalla.

El novato mira a la joven alma tomándola de los hombros.

-   Tú… me pareces tan familiar… si pudiera… -le dice mientras toma el rostro de ella suavemente.

Entonces ella se cubre la cara con sus manos.

-   Ya no me mires, déjame ir – dice ella despacio como un susurro.
-   ¿Puedes hablar? Dime por qué me ayudaste.
-   Déjame ir, por favor – y su voz se oye como un lamento.
-   Yo debería… - recuerda su propósito- aun me queda el resto de esta prisión, la séptima y… mmm... iras conmigo, vamos.
-   No puedes… - se asusta ella.
-   No quieres decirme quien eres, entonces te llevaré, no puedo seguir perdiendo el tiempo y tampoco dejaré que te vayas así.

Eleazar la toma en sus brazos y se dirige al siguiente valle. Cruzan juntos el desierto hasta que el joven divisa en el horizonte las fosas de la séptima prisión.

-   ¿Aun no estas dispuesta hablar? – le dice a la joven mientras la sostiene en sus brazos.

Ella no lo mira y lo sigue abrazando como si deseara que ese momento durara para siempre.

-   No puedo abandonar esta prisión, debo regresar al bosque - dice al fin.
-   ¿Me conoces, verdad? Yo creo… creo conocerte, pero no puedes ser ella – dice con tristeza.
-   En el bosque deambulan las almas de aquellos que…

Eleazar cae sobre sus rodillas y abraza fuertemente a la joven mientras una lagrima rueda por su mejilla.

-   No puede ser… ¿por qué? – le dice muy suavemente.
-   Estaba tan solo sin ti, Eleazar. No podía seguir sin estar a tu lado.
-   Pero Rebecca, no lo entiendo, sabias donde yo estaba ¿Qué sucedió?

Ella apoya su cabeza en el hombro de él le cuenta.

-   Durante mi entrenamiento, mi maestro me reveló que tu destino estaba aquí, en el inframundo. Le dije que entrenaría duro para volver a tu lado, pero él insistió que eso sería imposible.
-   Rebecca, ¿acaso te lanzaste por las escaleras del inframundo?
-   No, no pude abandonar el lugar de mi entrenamiento, al intentar escapar mi maestro me descubrió y puso vigilancia… entonces yo…
-   Mi dulce Rebecca, sacrificaste tu alma por mí, no merezco tanto… no merezco tu amor…
-   No puedo dejar la sexta prisión – le dice acariciándole su cabello – allí, en el bosque…
-   … en el bosque se encuentran las almas que cometen suicidio… - completa la frase Eleazar.

El se levanta y la baja de sus brazos.

-   Espérame Rebecca. Regresaré pronto por ti – le besa la mejilla y se marcha rápidamente hacia la séptima prisión.

Eleazar prefiere no mirar atrás. Su corazón está rebozarte de alegría al encontrar a su amada que creía haber perdido hace mucho tiempo. Ahora se siente con más fuerzas para completar su recorrido.

Comienza a cruzar las fosas, pero el camino es muy escabroso y tiene dificultades.

    -   ¡rayos! el cansancio me esta pasando la cuenta... no puedo renunciar ahora...

Salta por una de las fosa y resbala, apenas alcanza a sostenerse del borde. intenta subir, pero su cuerpo ya no le responde y enciende su cosmos.

    -   Ahorra tus fuerzas, joven novato - le dice una voz.

Eleazar sale de la fosa y observa al caballero de esplendida armadura púrpura y cabello gris.

   -   Pero... ¿acaso...? - no le alcanza el aliento para continuar la frase.
   -   No te preocupes, esta todo preparado. Vamos, se hace tarde.

El caballero toma a Eleazar y lo carga llevándolo velozmente a través de la séptima y octava prisión. Pasando por las cúpulas de los jueces llegan finalmente a Giudecca.

   -   Giudecca... - dice totalmente asombrado el joven novato admirando la majestuosidad del gran palacio de Hades frente a él.
   -   Ven, sigueme - le indica el caballero que lo ha traido.
   -   Espera... no me has dicho quien eres.
   -   Mi nombre es Jeshab, juez de Wyvern, es preciso que se apresure, señor.
   -   Tú también sabes quien soy ¿verdad?
   -   Sígueme.

Ambos entran al palacio y pasan al gran salon del trono. La poderosa armadura de Hades se encuentra allí, entonces Eleazar se acerca a ella.

   -   Al fin, después de tanto tiempo... después de este largo recorrido que me permitió conocer a mis fieles caballeros... al fin puedo tomar posesión de mi armadura.

Eleazar hace explotar su cosmos y la armadura brilla intensamente dividiéndose en sus partes coplándose en el cuerpo del joven caballero.

   -  Sí, ahora puedo usar todo mi poder que estaba restringido. Finalmente me he convertido en la nueva reencarnacion de Hades para luchar en esta Guerra Santa.

Jeshab se encuentra detrás de él arrodillado y le dice:

   -  Mi Señor Hades... Pandora y yo le esperabamos ansiosamente. Guardamos en secreto su ausencia y la armadura por si misma se encargó de resguardar el inframundo en espera de su llegada.
   -  Entiendo. Ni siquiera yo mismo sabia que era Hades, pero mientras caia por las escaleras hacia el Inframundo se apareció esta armadura resplandeciente como una fabulosa visión y solo entonces lo supe... pero...
   - ¿Què sucede?
   -  Cómo supo Sekiam... cómo es que...
   -  ¿Sekiam? Ella no tiene nada que ver con esto. Le aseguro que ningún caballero estaba enterado de su llegada... aun Pandora y yo dudamos que el nuevo novato fue nuestro Hades y es por eso que no intervinimos.
   -  Pero, entonces...
   -  señor Hades, es preciso que partamos ahora mismo.
   -  Sí... - dice algo dudoso aun pensando en lo anterior - Es cierto, vamos - le dice luego con seguridad.

Eleazar Hades Sama y Jeshab el juez de Wyvern abandonan Guidecca para enfrentarse a los intrusos que se atrevieron a invadir el Inframundo.

Un nuevo Hades ha resurgido para iniciar la batalla por la Tierra. Pronto otros caballeros se le unirán para completar su ejército.

Nuevos novatos intentarán cruzar las 8 prisiones para conseguir alguna de las preciadas armaduras púrpuras... Pero solo aquellos cuyo destino sea el infierno podrán obtenerlas.



----------------   FIN   ---------------------

Dedicado a mis amigos gaianos del guild CDZ, caballeros del Inframundo: K Sylar, Kainex Moonstone, Blackbird, Goku (Kogu), Onikuro kurokase (Seth), Marixose, Morgan y Jeshab

* agradecimientos...

Les agradesco a todos los que leyeron mi fic en el foro FullAnimeTeam, en especial a quienes comentaron: GORE, SHAKA, KRUNCH, WAKKO, RAYKOU  que me inspiraron a continuar y terminar mi fic.